jueves, 1 de agosto de 2013

600 latigazos por googlear...

Internet es un entorno donde, contadas excepciones, el régimen democrático y la libertad son pilares básicos. Por eso entre Internet y religión, como constructo social institucionalizado, hay numerosos engranajes que chirrían. En algunos posts anteriores hemos analizado como los pasos de progreso de algunos sectores de la curia católica chocan frontalmente con  sectores ultraconservadores. Afortunadamente en Europa, esta diatriba se queda en un lo tomas o lo dejas. Es decir, para Rouco Varela podremos ser unos herejes y pecadores por disfrutar de los beneficios de la sociedad red. Pero ahí queda la amenaza, ya que, de momento, ser pecador no es delito.

¿Pero qué ocurre si los códigos religiosos, civiles y penales convergen y recaen en unas pocas manos que los dominan? A esta pregunta podría respondernos con conocimiento de causa el activista y redactor saudí Raif Badawi, que  ha sido condenado a siete años de cárcel y a 600 latigazos por haber fundado la página web 'Free Saudi Liberals'. La web defiende la libertad de opinión, lo cual viola los valores del Islam, así que el juez ha ordenado el cierre de la página web, según informa el diario saudí 'Al Watan', Badawi, que permanece en prisión desde junio de 2012, estuvo acusado por apostasía, cargo que le hubiera acarreado la pena de muerte. Esto ocurre porque  los jueces basan sus decisiones en la interpretación que hacen de la ley religiosa y no en un código legal escrito.
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo 

lunes, 22 de julio de 2013

WhatsAppSpy 1.02

Un joven murciano ha sido detenido por llevar a cabo una estafa en red. Sin embargo, podemos afirmar que los estafados merecían su castigo. Facebook o Tuenti se han convertido, en gran medida, en alcahuetas digitales, e, impregnados de esta filosofía, muchos usuarios quieren saberlo todo de sus vecinos y amigos. Y este fue el principio que el joven estafador siguió para desarrollar su plan. Ofrecía una aplicación para espiar las conversaciones de WhatsApps ajenos. La aplicación no existía, pero en solo dos meses permitió al "programador" ganar 40.000 euros con su venta gratuita. 

¿Paradójico? El negocio no estaba en la venta, pues la aplicación fantasma se ofrecía a coste cero, sino en la captura de los datos de los estafados. Inicialmente se hacía necesario promocionar el producto. El joven diseño una web con la misma apariencia que una popular red social juvenil,  donde los incautos, cotillas o ávaros estafados acudían e introducían ingenuamente sus datos (usuario y contraseña) con la espera de conseguir la omnipresencia digital. Así capturó miles de cuentas, desde las que ofrecía"su producto". Y el efecto viral ayudó al joven a que su web se hiciera popular entre los cibernautas españoles. 

Hasta aquí sólo hemos visto la "puesta en sociedad" del negocio. Una vez visualizado el anuncio-evento enviado desde las miles de cuentas robadas, el interesado acudía a la web donde se descargaba la aplicación. Allí se le pedía que introdujera su número de teléfono móvil. Y aquí comienza el engaño, ya que el fisgón lo que había hecho no era descargarse ninguna aplicación, sino que se había suscrito a un servicio de mensajería premium, un servicio controvertido por el que se paga entre 1,5 y 7 euros por cada sms recibido. Y era de esta manera que el desarrollador de la estafa recibía comisión por cada incauto, a modo de royaltie. 

En esta estafa no es la avaricia pecuniaria la que ciega al estafado, sino el afán de  intromisión en comunicaciones privadas de otra persona. Y eso es delito, por lo que tanta culpa tiene el estafador como los estafados.
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo

jueves, 18 de julio de 2013

Ego twitter absolvo

- Ave María purísima...
- Sin pecado concebida...
 Y nos quedan 100 caracteres para nuestros pecados 

Si el anterior papa católico creó una cuenta de Twitter (@Pontifex y @Pontifex_es para los files hispanohablantes), el actual hace lo propio y anuncia que perdonará los pecados por por esta vía. Los pecadores tendrán así la oportunidad de redimirse de sus pecados de manera ubicua, sin tener que acudir al confesionario. No sabemos si será tan fácil como coger el smartphone, arrepentirse digitalmente y pellillos a la mar. Y es que los medios sociales están causando estragos hasta en una de las instituciones más conservadoras del planeta, que no ha sabido resistirse a los encantos de las nuevas tecnologías. 

Quien no debe estar muy contento monseñor Rouco Varela, que inició por cuenta y riesgo una campaña contra las redes sociales a la que consideraba una invención demoníaca
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ciberantropólogo

domingo, 23 de junio de 2013

Así domesticamos el mundo: Comunicaciones 3.0

Retomamos el tema con el que terminamos el último post, y seguiremos reflexionando sobre la posibilidad de que Los medios sociales puedan acercarnos a los que están lejos, pero a veces nos alejen de los que está cerca.  Las comunicaciones digitales nos ofertan toda una serie de estrategias para ampliar las vías de comunicación. Sin embargo, sobre todo en poblaciones más jóvenes, a veces se produce un uso "excesivo" de este medio en detrimento de canales más convencionales. Entrecomillamos "excesivo" porque tal vez esta gradación de uso dependa del punto de vista de aplicación. Y es que ha habido, sobre todo desde la psicología, toda una serie de reacciones contrarias al uso frecuente de estos nuevos canales de comunicación, obviando la idea de que tal vez nos encontremos en un cambio generacional sin precedentes. Las formas de comunicación se están transformando con la sociedad, y aún no podemos discernir si son causa o efecto de este proceso.

Sin embargo, lo cierto es que, uso excesivo o cambio evolutivo, esta generalización de las comunicaciones ubicuas está provocando una serie de transformaciones en nuestra manera de actuar y comportarnos. Por una parte hay que destacar la importancia de poder llevar en nuestro bolsillo un potente micro-ordenador constantemente conectado a Internet. Esto nos facilita gran cantidad de tareas cotidianas, tanto en el ámbito profesional como en el personal. No obstante, tal vez estemos asistiendo a un desentrenamiento progresivo de la memoria  junto a una degradación paulatina de los procesos intelectuales, Y es que disponer de un mayordomo que nos indica con inmediatez dónde dejamos nuestro coche, qué significa tal palabra,  qué día es hoy o cuándo  hemos quedado con tal o cual persona puede facilitar la aparición de una  cierta pereza y lasitud mental por falta de ejercitación. 

También es preciso destacar la superficialidad de la comunicación: los sms inicialmente o Twitter posteriormente han potenciado y desarrollado el mensaje breve frente al elaborado. Esto puede llevar a un destierro del razonamiento profundo frente a un razonamiento superficial, incluso en el mundo académico o intelectual ¿Nos encontramos ante el inicio de la tiranía de la inmediatez y la brevedad? ¿Nos están liberando los dispositivos móviles o están generando una nueva forma de esclavitud?  Reflexionaremos sobre estos aspectos en las próximas entregas de este blog.

 
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo

domingo, 16 de junio de 2013

Relaciones tóxicas: ¿El móvil conecta o desconecta?

El móvil es el dispositivo tecnológico cuyo uso más se ha extendido en los últimos años. Ni tablets ni portátiles han conocido un éxito tal. De hecho, los smartphones o teléfonos inteligentes concentran los avances de la informática en un aparato de pequeñas dimensiones, cada vez con más memoria, procesadores más potentes, cámaras más eficaces y acceso ilimitado a Internet. Un ordenador personal ubicuo que cabe en el bolsillo de una camisa.

Nos encontramos ante un dispositivo totalmente popularizado a través de fuertes campañas de marketing y por el halo de modernidad que se desprende de su uso. Sin embargo, a pesar de los innegables beneficios que ofrece, cabe preguntarse acerca de sus inconvenientes. Es innegable que a veces es más atractivo el propio uso en sí que la necesidad de uso. Es decir, que el canal, el medio, se convierte en un elemento más motivador que el mensaje en sí.

¿Puede llegar a generar dependencia esta atracción? ¿Podemos llegar a caer ante la magia de la hiperconectividad? Sin duda, pero no más que las dependencias comunes existentes antes de la llegada del móvil. El ser humano tiene una faceta adictiva que desarrolla ante diversos estímulos: drogas, tragaperras, videojuegos, deporte-espectáculo, un mando a distancia, series de televisión… por lo que una tecnología capaz de proporcionar todo lo que nos facilita un smartphone con conexión a Internet no podía estar exenta de este factor riesgo.  

Sin embargo, con los móviles aparece una nueva dimensión de atracción, un factor que acrecenta la capacidad de dependencia. Y está basada precisamente en la ubicuidad del medio: podemos llevarnos la oficina a casa, o la casa a la oficina, solapando dos dimensiones que antes permanecían separadas. Está ubicuidad afecta igualmente a las relaciones sociales, pues pueden llegarse a solapar las relaciones físicas, en primera persona, con las digitales. Es decir, en grupo de amigos, en un encuentro presencial, la comunicación cara a cara puede verse mermada por la comunicación con los no presentes a través de las diferentes vías de contacto digital disponibles, como whatsapp, Facebook o, más tradicional, el correo electrónico. Los medios sociales pueden acercarnos a los que están lejos, pero a veces nos alejan de los que está cerca.    

Radio 5. Todo Información . Aportación al programa de Gloria Cacho (13 de junio 2013)
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo

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